Importaco, en su compromiso con la sostenibilidad, colabora con más de 300 agricultores a través del programa de buenas prácticas agrícolas para conservar la calidad de la tierra y el suelo, incluidos de manera directa o indirecta en varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El suelo desempeña un papel fundamental en la reducción de los impactos del cambio climático.
Nuestra labor, en la gestión del suelo, comienza en invierno en secano y continua en primavera con el regadío. Los más de 300 agricultores con los que colaboramos, se concentran en que los frutos no se vean afectados por los hongos oportunistas que crecen gracias a las condiciones de humedad y temperaturas cálidas durante el día, sino que además quieren evitar posibles competencias por dicha agua.
Por ello, en las zonas de secano sin riego, se incorpora materia orgánica procedente de origen local que favorece el desarrollo de la vida del suelo aumentando el nivel de microorganismos beneficiosos, incorporando nutrientes que ayudarán al desarrollo de los frutos y equilibrando la estructura óptima que evitará su compactación. Además, se realizan labores de suelo para evitar que se desarrollen las plantas adventicias, que entran en competencia directa por los recursos del suelo en las plantas más jóvenes, albergando al mismo tiempo posibles plagas cómo el pulgón o la araña roja.
No obstante, en las parcelas de regadío se opta por la siega superficial y aplicación de tratamientos solo en las zonas menos accesibles por la maquinaria, incorporando al suelo los restos vegetales que servirán de protección incluso de fertilizante.
El objetivo es garantizar una vida sana y promover el bienestar de los consumidores, evitando la contaminación y la degradación de la tierra y el suelo, reforzando la seguridad alimentaria y promoviendo una agricultura sostenible.