Cada 16 de febrero se celebra el Día Mundial de las Almendras, una fecha dedicada a reconocer y apreciar este fruto seco que ha estado presente en diversas culturas y tradiciones culinarias a lo largo de la historia.
Su origen se remonta a las regiones de Asia Central y Medio Oriente. Se cree que su domesticación comenzó hace más de 4.000 años, cuando las primeras civilizaciones seleccionaron variedades dulces aptas para el consumo humano. Con el tiempo, su cultivo se expandió hacia el Mediterráneo, donde el clima resultó ideal para su desarrollo.
Durante la Edad Media, la almendra se consolidó como un ingrediente esencial en la cocina europea, especialmente en la repostería, con la preparación de postres y confituras. Su versatilidad la hizo popular entre las clases nobles, consolidándose como un producto de alto valor. En España, la almendra es la base de dulces tradicionales como el turrón y el mazapán, este último con una reconocida Denominación de Origen en Toledo.
Propiedades nutricionales y beneficios para la salud
A lo largo de los siglos, la almendra ha sido altamente valorada por sus beneficios nutricionales. Rica en proteínas, grasas saludables, fibra, vitaminas y minerales esenciales como el magnesio y el fósforo. Su consumo regular se asocia con la mejora de la salud cardiovascular, la regulación del azúcar en sangre y el aporte de antioxidantes que combaten el envejecimiento celular.
¿Cuáles son las principales variedades de almendras?
Existen distintas variedades de almendras, cada una con unas características particulares que las hacen únicas. Entre las principales se encuentran la largueta, la marcona y la almendra común, que difieren en su forma de cultivo, sabor y propiedades organolépticas.
La almendra largueta es una de las variedades tradicionales más apreciadas, reconocida por su forma alargada y sabor intenso. Se cultiva en pequeñas parcelas con técnicas artesanales y depende del agua de lluvia para su crecimiento. Esta variedad es ideal para la elaboración de snacks y productos tostados, ya que su piel se desprende fácilmente al ser tostada. Además, su textura crujiente y su alto contenido en aceites esenciales la convierten en una opción predilecta para la industria del aperitivo. Su producción está principalmente concentrada en España, donde es una de las variedades tradicionales más valoradas en el mercado.
Por otro lado, la almendra marcona es más redondeada y su textura es más suave y mantecosa. Al igual que la largueta, se cultiva en pequeñas explotaciones tradicionales y también depende del agua de lluvia. Su sabor dulce y delicado la convierte en el ingrediente estrella en la repostería de alta calidad, siendo muy utilizada en turrones y mazapanes. A diferencia de otras variedades, la marcona contiene un mayor porcentaje de grasas saludables, lo que le confiere esta característica textura cremosa. Esta almendra se cultiva principalmente en la región del Levante español, donde el clima mediterráneo favorece su desarrollo óptimo.
Junto a estas dos variedades tradicionales, encontramos la tipología de almendra común, que es un conjunto de variedades modernas caracterizadas por su alta productividad y eficiencia en el cultivo. Se desarrollan en campos tecnificados con riego, lo que permite optimizar su crecimiento y asegurar cosechas abundantes. Estas almendras son autofértiles, lo que significa que son capaces de producir por ellas mismas sin necesidad de otra variedad. Además, se han convertido en una opción rentable, ya que brindan múltiples alternativas para el productor y garantizan un rendimiento superior. Gracias a su versatilidad, la almendra común es empleada en la fabricación de leche de almendras, harinas y otros productos derivados que forman parte de dietas saludables.
En Importaco, apostamos por un modelo de cultivo de almendras que equilibre productividad y respeto por el medioambiente. Al priorizar la sostenibilidad en nuestras operaciones, buscamos no solo cumplir con nuestros objetivos comerciales, sino también contribuir de manera significativa 3 al desarrollo sostenible de las comunidades y los ecosistemas donde operamos.